He dicho: ¿Cuándo nos toca?

Resulta irónico que mi primera columna de opinión no sea una columna precisamente, pero de ironías y casualidades está hecha la vida, estos párrafos que he escrito no son más que una mera denuncia que yo tildo de barbaridad, Javier Krahe se sentará en el banquillo de los acusados por un presunto delito de atentar contra los sentimientos religiosos, cualquiera que leyera esto pensaría en una quema que una iglesia, en un escándalo público, pues os despejo la duda, el atentado (como así lo llaman) no es más que un vídeo en el que se aprecia como cocinar un Cristo.

El polémico video es parte de un cortometraje que dirigió Javier Krahe junto a Enrique Seseña, en el vídeo, no se le ve a Krahe, ni siquiera podemos escuchar su voz, este pequeño cortometraje se grabó en 1978. Pero el vídeo se emitió en el antiguo programa Lo+Plus de Canal+ allá por 2004 razón por la que enseguida saltaron las alarmas y Krahe fue acusado y perseguido como si de las más casposa y repugnante inquisición se tratara. ¿Quién sabe? Esto lo hemos vivido en La Vida De Brian, nos parecía exagerado y ahora la realidad nos da uno de sus múltiples azotes.
Pero el titular de mi modesta columna no es más que una pregunta que también tenemos derecho a hacernos, ¿Cuando nos toca? Está claro que el pez grande se sigue comiendo al pez pequeño, pero el ateísmo está empezando a dejar de ser un pez pequeño, y es una postura tan válida como cualquier otra, pero, si es cierto que todos nos llevamos las manos a la cabeza cuando ocurren estas cosas ¿Por qué siguen ocurriendo?

Los ateos tienen, o mejor dicho, tenemos, todo el derecho a quejarnos, se da un dinero que es nuestro a una gente a la que no se lo queremos dar, se nos deniega una marcha atea pero si se autoriza un paso de Semana Santa, se perdonan múltiples actos y vejaciones en los que en condiciones normales se iría a la cárcel, está claro que el mayor monopolio y la mayor fábrica de dinero e hipocresía no está en la política, está en la creencia.
Yo seguiré escuchando mis vinilos y cd’s de Krahe, seguiré yendo a sus conciertos, y seguiré, (si puedo) charlando con él como hice la primera y la última vez que tuve la suerte de verlo, este último año.
Por cierto, son 144.000 euros, ¿Algo más?

Julio León